Aunque firmado el día anterior, fue el 4 de junio de 1931 cuando el número 155 del Boletín Oficial del Estado, llamado entonces 'Gaceta de Madrid', publicó una muy buena noticia para el patrimonio cultural español. De conformidad con los informes emitidos por la Junta Superior de Excavaciones y el Comité ejecutivo de la Junta de Patronato para protección, conservación y acrecentamiento del Tesoro Artístico Nacional, en virtud de lo dispuesto en el Decreto-ley de 9 de agosto de 1926 y a propuesta del ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, el Gobierno de la II República decretó declarar un extenso listado de bienes como Monumentos histórico-artísticos pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional. Se trataba de una figura de protección del patrimonio en un intento legislativo de vigilar y preservar dichos bienes.

Entre los monumentos, agrupados por provincias, se incluían palacios, iglesias, conventos, castillos, yacimientos y catedrales, entre otros. Para la provincia de Murcia, y en el caso concreto del municipio de la capital, la declaración benefició al castillo y al Castillejo de Monteagudo, además de a los Baños Árabes de la calle Madre de Dios (destruidos en 1953 como parte de las obras de apertura de la Gran Vía), la iglesia de la Compañía de Jesús (San Esteban), la Catedral de Murcia y el martirium de La Alberca. Cabe también recordar que la Constitución Española de 1931 fue la primera en nuestro país que recogió el concepto de patrimonio como un bien a preservar, que obliga a los poderes públicos a su protección y conservación con independencia de la titularidad del bien.

Artículo 45: “Toda la riqueza artística e histórica del país, sea quien fuere su dueño, constituye tesoro de la Nación y estará bajo la salvaguarda del Estado, que podrá prohibir su exportación y enajenación y decretar las expropiaciones legales que estime oportunas para su defensa. El estado organizará un registro de la riqueza artística e histórica, asegurará su celosa custodia y atenderá a su perfecta conservación. El Estado protegerá también los lugares notables por su belleza natural o por su reconocido valor artístico o histórico”.

Aunque el entorno del cerro de Monteagudo conserva huellas de presencia humana desde antiguo, así como de estructuras defensivas ya en un primer momento de la época andalusí (siglos X-XI), se atribuye al Rey Lobo, Ibn Mardanish (siglo XII), el reforzamiento del castillo preexistente como fortaleza, y la construcción del cercano Castillejo como palacio de recreo y representación de su gobierno.

Aunque la altura del cerro no es excesiva, menos de 150 metros, su ubicación estratégica en un llano rodeado de huerta y en el camino hacia Orihuela le proporcionaba una visión privilegiada sobre todo el valle medio del Segura. En época castellana, el rey Alfonso X el Sabio hizo uso del castillo, donde residió, no pudiendo hacerlo en el Castillejo, que había sufrido deterioros por el ataque de los almohades un siglo atrás, tras la muerte del Rey Lobo.

En 1926, y con diseño de Anastasio Martínez, se construyó sobre la estructura defensiva medieval un monumento al Sagrado Corazón de Jesús que fue destruído diez años después, durante la Guerra Civil. En su caída, provocó daños en la fortaleza. Más tarde, el hijo de Anastasio, Nicolás Martínez, reconstruyó el Sagrado Corazón que aún pervive.

Como anécdota, debemos citar un proyecto no completado que pretendía construir también un santuario "para el mantenimiento del monumento", en referencia al Corazón de Jesús, y que sería ocupado por una comunidad religiosa, así como una casa para ejercicios espirituales y un "reformatorio para niños dirigido por los mismos religiosos", según explica una noticia del periódico Levante Agrario de enero de 1929. Otra anécdota se refiere a la última recomendación incluída en la noticia, que desaconseja emplear en la recaudación de fondos para el proyecto parte de los premios obtenidos con la Lotería Nacional.

Para ver unas fotografías históricas del castillo de Monteagudo, de Jean Laurent y de António Passaporte, pincha en las imágenes de la derecha. También verás la noticia de prensa ya citada del Levante Agrario, así como una coplilla a este monumento que publicó El Liberal el 7 de septiembre de 1930. También mostramos un plano del recinto superior del castillo, fechado en 1810 y firmado por Mariano del Río, y el párrafo del decreto de 1931 que hace alusión a la provincia de Murcia (en la que, por cierto, también cita a monumentos de Orihuela).

Fuentes

-Archivo Municipal de Murcia

-Imágenes extraídas del portal Europeana:

Detalle del castillo de Monteagudo (A. Passaporte).

Castillo de Monteagudo (J. Laurent).

Plano del recinto superior o emplazamiento alto del Castillo de Monteagudo (Mariano del Río, 1810).