¿Sabías que...
...la esfera del reloj del Ayuntamiento de Murcia representa el número cuatro como IIII?

A partir de la antigua esfera del reloj que lució en la fachada del Ayuntamiento de Murcia hasta la primera década del siglo XXI, y que conservamos en el Museo de la Ciudad, os vamos a hablar de una curiosidad numérica que tiene que ver con la antigua Roma y que todavía hoy se plasma en muchos relojes. Seguid leyendo:

 

La numeración romana se inspira en la etrusca, basada en el sistema de adición. De esta manera, el cuatro sería 'cuatro veces uno' (IIII), pero llegado un punto, los romanos decidieron cambiar el sistema y lo convirtieron en sustractivo: el número cuatro pasó a ser un 'cinco menos uno': IV. Aun así, en algunos casos continuaron escribiendo el cuatro como IIII por superstición.

 

¿Pero, por qué? En latín, 'IV' son las dos primeras letras de Júpiter: IVPITER. Se trata del dios más importante de la mitología romana y algunos romanos creían que utilizarlo como un número era blasfemo.

 

Existen múltiples teorías de por qué ha seguido utilizándose esta representación del cuatro como 'cuatro veces uno' en algunos relojes recientes (el de la Casa Consistorial de Murcia que mostramos en nuestras salas es del siglo XIX), a pesar de tener numeración romana. Y la hipótesis de la estética sería la más extendida y probable.

 

Si lo pensamos, lo cierto es que los cuatro caracteres (IIII) crean una simetría visual con su opuesto en la esfera, el VIII, que también tiene cuatro dígitos, mientras que el IV sólo tiene dos. Con el IIII se favorece pues la armonía estética en la esfera circular.

 

El resto de explicaciones tienen más de mito popular que otra cosa, pero os contamos también dos teorías relacionadas con monarcas poco dialogantes, por así decir.

 

La primera de ellas atribuye a Carlos V de Francia esta curiosidad, cuando en 1370 encargó al relojero Henry de Vick un reloj para la torre del palacio de La Conciergerie de París. El rey recriminó al artesano el uso de 'IV' para representar el cuatro, y cuando éste corrigió al monarca indicándole que ésa era la forma correcta de hacerlo, Carlos V le respondió: “El Rey nunca se equivoca”. Así, el artesano se vio obligado a usar IIII por orden del monarca. El reloj continua colocado en su emplazamiento original.

 

La otra teoría monárquica es bastante más dura: se cuenta que un relojero suizo confeccionó un reloj encargado por su soberano, cometiendo la equivocación de representar el número cuatro como IIII y no como IV. El rey mandó ejecutar al artesano, y como protesta ante tal hecho, y en homenaje a aquel artesano, todos los colegas de profesión del relojero decidieron empezar a utilizar únicamente el IIII en vez del IV.

 

Una última curiosidad: La Real Academia Española de la Lengua, en su ortografía, acepta como única excepción para el uso de los numeros romanos en su forma antigua los que aparecen en la esfera de los relojes.


Para acabar, os invitamos a visitar el Museo de la Ciudad para ver la antigua maquinaria y la esfera del reloj de la Casa Consistorial, el edificio del Ayuntamiento de Murcia en la Glorieta, datados en el siglo XIX y que se sustituyeron a principios de 2000. En la esfera podréis ver esta forma de representación del número cuatro con 'IIII' en lugar de con 'IV'. Del mismo modo se mantiene en el actual reloj del Ayuntamiento.


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