Exposiciones
El Parque de Ruiz Hidalgo
Un ejemplo de modernidad decimonónica
Fecha Del 10/11/20 al 21/03/21

En la introducción de la guía que realiza en 1915 sobre el parque, Ricardo Codorniu nos relata cómo “las sucesivas avenidas del río fueron acumulando al pie del muro depósitos de arenas, que abarcan doce hectáreas, las cuales hasta 1908 estaban atravesadas por varias zanjas en las que discurrían aguas sucias; alguna parte del soto se hallaba medianamente cultivada y otra servía de lavadero público”.

 

La intención del “Apóstol del Árbol”, con respecto a esta zona de la ciudad, era la siguiente: “Desde que se creó en Murcia la División hidrológico-forestal del Segura, me halagaba la idea de que el Ayuntamiento le cediera, a lo menos, parte de esos terrenos, con el fin de establecer un vivero destinado a proporcionar plantas para la celebración de la Fiesta del Árbol, y un arboreto que fuera ligera muestra del cultivo forestal".

 

Codorniú proseguía así: "En repetidas ocasiones tracé planes y a varios alcaldes sometí la idea, mas nada pude lograr. Por fin ocupó la alcaldía mi siempre amigo Jerónimo Ruiz Hidalgo, que tenía el proyecto de hacer en aquel paraje un parque, y me puse a su disposición para ayudarle en la empresa”. Codorniú se basó en el concepto de arboreto para darle contenido a un parque público, de igual manera que hizo Loudon en 1840 al proyectar 'Derby Arboretum'.

 

El Parque quedó atravesado, aproximadamente en su mitad, por la estructura del Puente Nuevo o Puente de Hierro, motivo que fue aprovechado para marcar dos partes sensiblemente diferentes.

 

El 21 de febrero de 1908 se inauguró el Parque con la celebración de la Fiesta del Árbol, habiéndose empezado algunos días antes a hacer plantaciones, quedando sólo de lo antiguo dos eucaliptos, tres casuarinas, un álamo blanco y los naranjos de un semillero.

 

La primera Fiesta del Árbol de la que se tiene noticia en España se llevó a cabo en Villanueva de la Sierra, Cáceres en 1805, pero no fue hasta 1898 cuando se creó la Sociedad de Amigos del Árbol en Barcelona a ejemplo de la creada en Estados Unidos en 1872.

 

Desde 1900 se comenzó a celebrar esta fiesta en muchas localidades españolas, hasta que en 1904, por Real Decreto, se declara la utilidad de la fiesta para fomentar la repoblación forestal y la implicación de la ciudadanía en esa labor.

 

El día de la inauguración del Parque, Martínez Tornel publicaba un deseo: “El Soto del Río quedará hoy consagrado como cosa murciana, nuestra, de todos, a la cual empezaremos a tomar cariño, hasta que le tengamos el mismo que a la Torre, el Malecón y a la Glorieta. Y los que nos sucedan se encargarán de defenderlo, contra cualquiera que lo quiera destruir”.

 

Desde 1916 a 1955, el Parque se convirtió en el escenario de eventos sociales y culturales como la Batalla de las Flores, las Fiestas de Primavera o la colocación de diversos monumentos homenajeando a artistas locales como Frutos Baeza, Selgas y Sánchez Madrigal.


La Feria de Murcia que se celebraba en La Glorieta, pasó en 1921 a realizarse en el Parque y allí lo siguió haciendo hasta 1954.

 

A principios de 1952, la prensa local recoge las primeras noticias sobre un nuevo encauzamiento del río que llevaba implícita la destrucción del Parque, y en junio de 1955 cerró definitivamente para el comienzo de las obras.

 

El Parque de Ruiz Hidalgo fue pionero en intervenciones en la ribera de un río en su tramo urbano y consiguió un espacio verde de 44.500 metros cuadrados que representaba el 6% de la extensión superficial de la ciudad. 


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