Los baños árabes en los pinceles y la pluma del artista Manolo Pardo:
"Las casas de baños árabes forman parte de los yacimientos arqueológicos más sugestivos y misteriosos de Murcia. El wudu o ablución menor se lleva a cabo generalmente en la casa o en el patio de las mezquitas. La ablución mayor requiere el baño y se realizaba en el lugar denominado hamman.
Los baños árabes aportaban efectos beneficiosos para el cuidado del cuerpo y del alma; además, ha de ser considerado como centro social de reunión donde se realizaban negocios y se trataban importantes cuestiones de la vida cotidiana.
La purificación por medio del agua es el elemento simbólico presente en una gran cantidad de religiones y culturas. En el islamismo existe una necesidad de purificación ritual previa a la oración y la frecuencia de la misma hace de la cultura islámica una de las más ligadas a la higiene corporal de cuantas se conocen.
El hamman se distinguía por tener una luz tenue, una temperatura cálida y un aroma de aceites esenciales que inundaban las diferentes estancias las figuras humanas se fundían con el hamman y ambos formaban un binomio inseparable. El hamman es un espacio simbólico y ritual que promueve la creación en el ser holístico: cuerpo, mente, alma y relaciones. Quietud y sosiego purificación ritual. Experiencia sensual: calor, aromas, aire, silencio, agua, paz… inspiración del alma.
Se lee en el libro de Las mil y una noches:
¡Oh hamman! ¡Oh amigo¡ ¡Tibeza del aire¡, frescura de la pila, rumor del agua, luz de los alto, mármoles puros, salas umbrosas, olores de incienso y de cuerpos perfumados, os adoro!".
Bibliografía:
AA.VV.: Murcia encontrada. Siete yacimientos, siete pintores. Murcia: Ayuntamiento de Murcia. Concejalía de Cultura. 2010.