Hasta el año 2017, el patio del Museo de la Ciudad contaba con un árbol de la variedad 'Pittosporum Tobira', conocido vulgarmente como 'azahar de la China'.

En realidad, el Pittosporum -o Pitosporo- no es un árbol sino un arbusto que puede llegar a medir hasta siete metros de altura. Procede de las regiones que rodean el mar de la China oriental, incluyendo Japón, Corea del Sur y las islas próximas.

Su nombre viene del griego, de la suma de 'pittos'  y 'porum', que significa 'semilla pegajosa'. En cuanto al apellido 'Tobira', es el nombre que recibe dicho arbusto en Japón. Sus flores aromáticas tienen cinco pétalos de color blanco amarillento.

Es una planta muy utilizada para embellecer los jardines de grandes ciudades por su resistencia a la contaminación atmosférica.

En el patio del museo, el Pittosporum regalaba la vista y ofrecía su sombra y la fragancia de sus flores. Bajo sus hojas se celebraban conciertos y recitales como el que nos gustó denominar 'A la sombra del Pittosporum'.

Poco después de la desaparición del Pittosporum, el Ayuntamiento de Murcia plantó en su lugar un ejemplar de 'árbol de Júpiter', cuyo nombre formal es Lagerstroemia indica, que guarda algunas similitudes con el anterior: por ejemplo, esta especie también proviene de Oriente (China, Japón, Himalaya e India) y la altura que puede llegar a alcanzar es similar: ocho metros.

Sin embargo, difiere en sus flores: del blanco amarillento y de los cinco pétalos del Pittosporum, pasamos a hablar de flores rojas, rosas y malvas, de 6 pétalos, acampanadas y con bordes rizados.

El árbol de Júpiter del patio del Museo de la Ciudad sigue creciendo poco a poco y a su alrededor prosiguen las actividades, recitales y conciertos, sin por ello olvidar la entrañable presencia de su antecesor. Además, debemos citar la exuberante buganvilla que bordea los límites del patio y que añade su toque de color y frescura,