¿Sabías que...
... la Plaza de Toros de Murcia fue diseñada por el arquitecto Justo Millán Espinosa, natural de Hellín?

"Anteayer tarde, con motivo de la inauguración de los trabajos de la nueva plaza de toros, recorrió una banda de música las calles del popular barrio de San Juan, situándose después en el sitio donde se está edificando. Mujeres, hombres y muchachos entraron á tala con los naranjitos y demás árboles de aquellos bancales, desgajando y cortando á discreción. Ayer mañana comenzaron los trabajos, en que se ocupan ya un buen número de braceros". Así contó el Diario de Murcia del 12 de octubre de 1886 (página 3) los primeros pasos de las obras del coso, que se asentó entre las huertas que tocaban los límites de la ciudad por el Este. Un año después se inauguró el edificio.

 

Justo Millán Espinosa, nacido en Hellín en 1843, desempeñó los cargos de Arquitecto Provincial en Albacete y en Murcia, así como el de arquitecto de la Diócesis de Cartagena desde 1879, bajo cuyo encargo dirigió las reparaciones de las iglesias de San Juan Bautista y San Pedro en Murcia. En 1880 reedificó el Teatro Romea, obra que debió repetir posteriormente tras sufrir un nuevo incendio, y también diseñó el Teatro Circo-Villar. Fue uno de los máximos exponentes del eclecticismo, estilo que puso en práctica en la nueva Plaza de Toros de Murcia, alejándose de ese modo de la tendencia imperante, más próxima a las formas neonazaríes que podemos ver en Las Ventas o la Plaza de Toros de Granada, por ejemplo.

 

El coso murciano vino a sustituir en su función a la Plaza Camachos, obra de Martín Solera datada en el siglo XVIII. Para la Plaza de Toros de la Condomina, Justo Millán dibujó una planta poligonal de 20 lados, con cuatro alturas, un ruedo de 53 metros de diámetro y capacidad para 20 mil espactadores. Catalogada como la primera plaza de toros monumental del país, en su corrida inaugural torearon los diestros Lagartijo, Lagartija y Mazzantini. Del cartel de aquel festejo, el Museo de la Ciudad expone una copia de tamaño real en su segunda planta.

 

Desde el último cuarto del siglo XX, la Plaza de Toros de Murcia se abrió también a otros usos sociales y culturales: ha sido escenario de grandes mítines políticos y ha acogido conciertos de grandes artistas nacionales e internacionales, cosa que sigue haciendo, además de otros eventos de todo tipo, como exhibiciones de 'motocross'.


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