¿Sabías que...
...Margarita Zielinski creó el primer Laboratorio de Idiomas de la Universidad de Murcia?

Doña Margarita Zielinski Picquoin (1920-2022) pudo recibir el cariño y el reconocimiento de quienes aprendieron de ella en sus clases de la Universidad de Murcia, así como de la propia institución universitaria a la que consagró su labor docente e investigadora durante 17 años. El 10 de marzo de 2020 recibió la insignia de Plata de la Universidad por su trabajo y, muy especialmente, por la creación del primer laboratorio de idiomas. Además, el acto de homenaje a Margarita casi coincidió con la fecha de la inauguración de dicho laboratorio, que se produjo el lunes 11 de marzo de 1968 y a la que acudió el ministro de Educación del momento.

 

Nacida en San Sebastián en 1920, de madre francesa y padre alemán, Margarita Zielinski se instaló en la ciudad de Murcia en 1950. Dos años después se incorporó a la nómina de profesores de la Universidad de Murcia, donde las mujeres todavía eran excepción. En 1960, en un paréntesis de su trabajo en Murcia, residió en París durante dos años y creó el primer laboratorio de idiomas de la Sorbona, pero tal y como explicó en una entrevista para la Revista Campus Digital de la UM, el resultado no le gustó porque no le consultaron sobre las necesidades concretas. Eso sí, de vuelta a Murcia trajo la experiencia en la maleta y propuso su implantación en la universidad. Y aunque al principio encontró algunas reticencias, finalmente pudo llevar su proyecto a cabo de la manera que ella tenía en mente.

 

Bajo las instrucciones precisas de Margarita Zielinski y con un coste de medio millón de pesetas de la época, se creó el primer Laboratorio de Idiomas, en este caso, de francés, dividiendo el aula en dos partes: por un lado, un espacio para impartir clases teóricas; y por otro, una serie de cabinas insonorizadas -20 frente a las 8 de la Sorbona-, equipadas con un magnetófono, un auricular de casco y un micrófono combinado, en las que el alumnado podía escuchar a la profesora y grabar su propia voz tantas veces como quisiera, conectando con ella en caso de tener dudas. De ese modo se profundizaba en la fonética y la pronunciación francesa.

 

Un reportaje publicado en el diario Línea el 10 de marzo de 1968 lo explicaba así: “En cada cabina se sitúa un magnetófono especial que permite al estudiante escuchar el material grabado anteriormente en la pista superior de la cinta, y al mismo tiempo, grabar sus respuestas en la pista inferior; el estudiante no puede borrar ni interferir en modo alguno con la grabación de la pieza maestra (la del profesor o profesora), y puede grabar su voz tantas veces lo desee, borrándose en cada ocasión automáticamente la tentativa anterior”.

 

Desde nuestra perspectiva digital, con la multitud de recursos y herramientas con las que contamos hoy en día para el aprendizaje de idiomas -los viajes y estancias a cualquier país, el acceso a películas y series en versión original con subtítulos y sin subtítulos, las plataformas para escuchar música en cualquier idioma, los cursos 'online'...-, cuesta entender la importancia que tenía en aquel momento, a finales de los sesenta y en una España aún encerrada culturalmente, la creación de un laboratorio con los medios técnicos como los de la Universidad de Murcia. Pero lo cierto es que supuso un paso de gigante en la enseñanza de idiomas.

 

En el reportaje del diario Línea que citamos y que incluimos en esta página, sólo se menciona una vez el nombre de la creadora del Laboratorio de Idiomas, y además se hace a la antigua usanza, añadiendo el nombre de su marido con un ‘de’ posesivo que, en efecto, suena a otro tiempo: “Margarita Zielinski Picquoin, de Muñoz Cortés”. Margarita Zielinski Picquoin falleció el 14 de febrero de 2022.

 

 

Fuente:

 

Revista Campus Digital, ‘Los cien años de Margarita Zielinski, una pionera que creó los primeros laboratorios de idiomas de la Universidad de Murcia’, por Pascual Vera (9 de marzo de 2020)

 

Hemeroteca del Archivo Municipal de Murcia: diario Línea del 10 de marzo de 1968 (páginas 15 y 16).


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