Por este motivo hubo de encargar una maza de plata para su portero y andador Lorenzo Ballester. La decisión real era para que los tales porteros fueran más honrados y los mandamientos que hicieran de parte del dicho concejo tuvieran mayor efectividad. En la maza debían figurar las armas reales ¨e con las armas desta çibdad de yuso dellas¨. Se le encargó el platero judío Frayn su hechura, quien cobró mil setecientos maravedís, de dos blancas por la maza, cuyo peso era de ¨dos marcos de plata e con el oro que puso en la doradura della¨. Noventa años más tarde y como feliz consecuencia de la obra de Ginés de León de los dos reyes de armas, con sus dalmáticas y plateadas mazas, los regidores acordaron construir otra y que fueran dos las que tuviera el concejo. Decisón adoptada el 23 de marzo de 1527, en que se concreta el mandamiento concejil ¨se haga otra maça de plata que aya dos que vayan delante el pendon real desque sale¨.
`La lealtad de Murcia a Alfonso X el Sabio. VII Centenario´. Torres Fontes, Juan; Torres Suárez, Cristina. Murcia 1984