Pieza destacada
Cantiga CLXIX

Cantiga CLXIX (Cantigas de Santa María, siglo XIII)

1927

Litografía. 58x115cm

Colección Museo de la Ciudad

 

Consta de tres láminas enmarcadas en una sola pieza, pero dividida a su vez con dos listones verticales. Al pie de la lámina central contiene la siguiente inscripción:

 

"Copia de la Cantiga de D. Alfonso X el Sabio dedicada a la antigua patrona de Murcia, Nuestra Señora de la Arrixaca, conforme al códice original que existe en la Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial. La publica la Asociación de los Arrixacos de Murcia en 1927".

 

Estamos ante una reproducción de la Cantiga CLXIX que forma parte de la colección permanente del Museo de la Ciudad, propiedad del Ayuntamiento de Murcia. Se trata, pues, de una de las composiciones recogidas en las Cantigas de Santa María, del siglo XIII, y en concreto, de la que el rey Alfonso X el Sabio dedica a Santa María de la Arrixaca, antigua patrona del Reino de Murcia.

 

La pieza se expone en la sala que llamamos ‘de Alfonso X el Sabio’, en la primera planta del Museo, y sirve para ilustrar una de las obras medievales más destacadas salida del ‘scriptorium’ del monarca castellano. Además, formó parte de ‘In Nomine Dame. Santa María de la Arrixaca. Símbolo y forma’, la muestra temporal diseñada por el Museo de la Ciudad para conmemorar el VIII centenario del nacimiento del Rey Sabio, y que nos acompañó desde noviembre de 2021 hasta el 27 de marzo de 2022. Puedes saber más sobre cómo fue dicha exposición pinchando en este enlace.

 

Esta reproducción de la Cantiga CLXIX fue creada mediante litografía. Una litografía es una técnica de reproducción que consiste en dibujar o grabar en piedra, para luego, mediante impresión, obtener una copia de lo dibujado o grabado. La obra se llevó a cabo en 1927, en un momento posterior al empuje y los esfuerzos de Javier Fuentes y Ponte por recuperar la memoria y el culto a la antigua patrona de Murcia, Santa María de la Arrixaca.

 

Cabe recordar que, durante el siglo XIX y primeros años del XX, ya consumado y asentado el cambio de patronazgo en favor de la Virgen de la Fuensanta, el paso del tiempo había convertido a la Arrixaca poco menos que en “una antiguaya arqueológica”, una pequeña imagen medieval que permanecía “olvidada y arramblada” en la iglesia parroquial de San Andrés, prácticamente sin devoción religiosa ni valoración artística.

 

Según explica el profesor Torres Fontes, “esta Cantiga es la que nos proporciona los datos históricos, casi exclusivos, que tenemos de la Virgen de la Arrixaca”, pues habla de su presencia en el barrio murciano del mismo nombre. Santa María de la Arrixaca, talla fechada en torno al siglo XII, pudo llegar a Murcia con anterioridad a la conquista castellana: en su capilla del arrabal amurallado, recibía las visitas de comerciantes cristianos venidos a la ciudad desde la Corona de Aragón, Pisa, Génova, Sicilia y otras ciudades.

 

Como las demás, la Cantiga CLXIX está escrita en lenguaje galaico-portugués. Una de sus traducciones nos la aportó Andrés Sobejano, y dice así:

 

Diré aquí un milagro

insigne que yo vi

desde que Dios a Murcia

me concedió, y oí

contar a muchos moros

que habitaban allí

y que, por nuestras culpas.

poblaron el país...

 

A quien para salvarnos

hizo Dios Madre e hija.

quererla honrar nosotros

no es rara maravilla
 

Es de una iglesia antigua

do se iban a juntar

que afuera estaba alzada

a la Reina sin par

dentro del Arrixaca

y a donde para orar

gentes de Pisa, Genova

y de Sicilia van.…

 

A quien para salvarnos

hizo Dios Madre e hija.

quererla honrar nosotros

no es rara maravilla.

 

Fragmento de la Cantiga 169

Versión de Andrés Sobejano

 

La CLXIX responde al esquema básico de estas composiciones y de su representación en la obra del ‘scriptorium’ alfonsí, configurándose como un documento que podríamos calificar como ‘multimedia’, pues recoge, por un lado, poesía, por otro ilustración y finalmente partitura musical.

 

Así, podemos leer, interpretar la melodía y ver a la propia Santa María de la Arrixaca en una capilla del arrabal murciano del mismo nombre: se nos muestran las murallas de la ciudad y las del propio arrabal; aparecen también los musulmanes murcianos que, una vez firmado el Tratado de Alcaraz, solicitan al infante Alfonso, luego a Jaime I (tras sofocar la revuelta mudéjar), y más tarde al ya rey Alfonso X, que destruya la capilla de la virgen, sin lograrlo: milagro y expresión de la voluntad de la propia Virgen por permanecer en Murcia bajo el amparo del Rey Sabio.

 

Como recoge y como demuestra la Cantiga CLXIX, Santa María de la Arrixaca y Alfonso X el Sabio se unen y se vinculan inseparablemente a ese momento trascendental para Murcia, en el que la capital y su huerta pasan a manos de la corona cristiana de Castilla y comienzan a escribir una nueva página de su historia.

 

Las Cantigas

 

La magna recopilación musical y cultural que suponen las Cantigas de Santa María, con su exuberante plasmación en códice, se configura como documento de excepcional valor y como fuente histórica de primer orden para conocer a la sociedad medieval del momento: cómo vivían, cómo vestían, cómo eran las ciudades, los palacios y las casas… Con su “fuerza narrativa”, las Cantigas nos muestran “la diversidad de la sociedad hispana coetanea”, tal y como afirma la profesora María Teresa López de Guereño Sanz, de la Universidad Autónoma de Madrid.

 

Todo lo que vio aquel tiempo y todo lo que alumbró el día a día del siglo XIII, se nos muestra en las cantigas con tal profusión y amor al detalle, que ha terminado por encumbrar a esta obra como uno de los referentes de obligada consulta, tanto a la hora de profundizar en el conocimiento de dicho momento histórico, como a la de ambientar y documentar obras de ficción en torno a la Edad Media: novelas, series, películas… Quien quiera conocer ese momento histórico, debe abrir las páginas de las Cantigas.

 

La experta en códices medievales Elisa Ruiz, afirma que las Cantigas “son un tesoro lingüístico para los filólogos, un documento histórico fidedigno para el medievalista, una antología de excepción para el musicólogo, y un fresco inmenso y caleodoscópico en el plano icónico”.

 

Así, tal y como recoge el Libro de la Ciencia de 2021 editado por la Universidad de Murcia, y dedicado a las Cantigas, los artífices de esta obra salida del ‘scriptorium’ alfonsí “supieron diseñar la difusión del mensaje marial mediante tres vías de comunicación íntimamente relacionadas: texto, imagen y música, tres caminos en perfecta armonía, magistralmente dirigidos bajo la batuta del rey Sabio”.

 

Una de las dudas que siempre surge en el gran público y que conviene aclarar, es que Alfonso X el Sabio no es quien escribe de su puño y letra esta obra, igual que otras de las grandes obras que surgieron de su ‘scriptorium’. Esa circunstancia fue reseñada por el propio ‘scriptorium’ alfonsí: por deseo expreso del rey, en ‘General Estoria’ se afirma que Alfonso “es el autor intelectual indiscutible” aunque no escriba las cantigas con su mano.

 

“El monarca, rodeado de sus colaboradores, propone las razones, da las ideas y marca la estructura del proyecto; en definitiva, pone las bases del edificio que quiere construir como si de un anteproyecto se tratase. Una vez realizados los borradores, supervisa los trabajos, examina los detalles, modifica lo que considera necesario enderezar y deja instrucciones a sus ayudantes sobre los últimos retoques para que todo quede correcto según su real voluntad”.

 

Cuatro Códices

 

En la actualidad se conservan cuatro códices de las Cantigas, y los cuatro fueron reunidos por primera y única vez en la historia en una exposición temporal en Murcia, en el año 2009. Dichos códices son el Toledano, el Rico, el Florentino y el de los Músicos.

 

El Códice Toledano es el más antiguo y se conserva en la Biblioteca Nacional, en Madrid. No tiene ilustraciones y se cree que es copia de un códice anterior que llevaría siempre consigo el rey Alfonso. El Códice Rico y el Códice de los Músicos se conservan en la Real Biblioteca del Escorial, mientras que el Códice Florentino se conserva en la Biblioteca Nacional de Florencia, en Italia.

 

En el artículo ‘La utilización política de la devoción mariana en el reinado de Alfonso X el Sabio (1252-1284)’, de Joseph T. Snow, el autor nos dice el rey Alfonso “se retrata a sí mismo como el trovador de Santa María”. En las Cantigas, “Alfonso declara que es rey por la voluntad de María”, lo que sitúa a esta gran obra como uno de los hitos de justificación política en el reinado del monarca castellano.

 

El primer proyecto en torno a las cantigas incluía cien composiciones, y las ampliaciones posteriores también fueron hechas de centena en centena hasta llegar a las 400 que terminaron formando parte de las Cantigas de Santa María.

 

Según el profesor Joseph T. Snow, “mientras el primer centenar se caracteriza por reflejar los preexistentes mariales que Alfonso reunió e hizo traducir al gallego-portugués, agregando música, el análisis de los otros tres centenares demuestra sin lugar a dudas la intención del rey mecenas de ir agregando nuevas cantigas en las que iban aumentando tanto la presencia de asuntos familiares y personales, como asuntos políticos que formaban los retos que tenía que confrontar a lo largo de su reinado”. Hay que recordar que un marial es un libro que contiene alabanzas a la Virgen.

 

De obra internacional a obra personal

 

“A medida que sus fortunas políticas se iban complicando, también crece su fe en la ayuda y protección de quien quiso que reinase y fuese rey: la Virgen María”, explica Snow. De ese modo, en la primera redacción de las cantigas, el primer centenar, Alfonso quería contar los milagros de la Virgen pero no ser protagonista o coprotagonista él mismo.

 

“El propósito inicial del marial alfonsí era la compilación de una nueva colección de las hazañas de la Virgen, como las que había en otras colecciones europeas anteriores, agregando algunos milagros acaecidos en algunos pueblos y santuarios marianos peninsulares”, relata J.T Snow.

 

Pasado un tiempo, Alfonso X el Sabio decide agregar otras cien cantigas y hacer una nueva redacción ampliada, siguiendo el esquema de nueve cantigas narrativas seguidas por un loor lírico o rosario medieval, y agregando no sólo textos y melodías sino también, y por primera vez, una página de miniaturas para acompañar cada uno de sus ahora doscientos textos.

 

En esta segunda centena de composiciones, recogidas en el Códice Rico escurialense, se incluye la cantiga CLXIX de la Arrixaca y apreciamos un “un entorno personal no visto en las cien primeras cantigas”.

 

En el segundo centenar de cantigas “se presentan por primera vez varios eventos históricos peninsulares ocurridos entre 1260-1271, fechas perfectamente adecuadas para una segunda redacción poco posterior a la primera”. Ante nuestros ojos, en las miniaturas, vemos hechos como las conversiones de judíos y musulmanes, “o la presencia de María luchadora contra los moros en distintos puntos de la península”, incluyendo Murcia, elementos que según el profesor Snow, “no estaban presentes en las cantigas del primer centenar”.

 

Con el Códice Rico, Alfonso X el Sabio abrió “una ventana a su España contemporánea, incluso a eventos acaecidos a varios miembros de la familia real, pasado y presente”. “Estando o no estando retratado Alfonso en todas las cantigas, somos testigos como lectores de la narración de sucesos, históricos algunos pero milagrosos todos, que el rey mecenas decidió incluir en esta segunda redacción y primera ampliación de sus Cantigas; en suma, tenemos en este segundo centenar los primeros pasos de la peninsularización de las Cantigas”.

 

El mismo autor concluye cifrando en porcentajes la presencia de asuntos personales del reinado de Alfonso X y de sus avatares en la península en las cantigas de la 101 a la 400, frente a la mera recopilación de milagros y hazañas de Santa María del primer centenar, lo que estaba en consonancia con una tendencia más europeizante:

 

“Las cantigas íntimamente relacionadas con el entorno familiar y político de Alfonso X fueron creciendo en cada centena, de 2 a 10, y a 15, y a 36, pero el total de las cantigas peninsulares también crece del 21% al 46%, al 55% y al 79% en cada centena de composiciones".

 

"Creemos que este aumento progresivo en los distintos capítulos de cien cantigas correspondería a los siguientes factores: a que los problemas de salud del rey crecían; al aumento de invasiones y rebeliones de los moros en la península; a las faltas de lealtad que se revelan en las familias de los nobles y entre los de su corte; y al aumento de las deserciones de las familias nobles y de miembros de su familia, apoyando la rebelión de su segundo hijo, Sancho IV”.

 

Lo que demuestra al fin esta obra magna de Alfonso X el Sabio, es que María fue su inseparable protectora y su aliada en todos los ámbitos de la vida, y en particular, en su ideario político: “Cuando aumentaban los problemas políticos y personales del Rey Sabio, es cuando más se refugiaba en su devoción mariana. Y así hasta el último día de su reinado”.

 

Fuentes:

 

‘Arte y gestualidad en el libro del acedrex, dados e tablas de Alfonso X el Sabio’. María Teresa López de Guereño Sanz, Universidad Autonoma de Madrid. Laboratorio de Arte 29 (2017), páginas 23-52.

 

‘La utilización política de la devoción mariana en el reinado de AlfonsoX, el Sabio (1252-1284)’. Joseph T. Snow. X Semana de Estudios Alfonsíes, páginas 61-85.

 

‘La cultura murciana en el Reinado de Alfonso X’. Juan Torres Fontes. Revista Murgetana, nº 14, páginas 57-89. 1960.

 

Libro de la Ciencia, ‘Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio. Una selección del Códice Rico’, Universidad de Murcia, 2021.

 

‘Nuestra Señora de la Arrixaca, antigua Patrona de Murcia. Restauración de su arcaica efigie y de su culto secular’, 1915.

 

‘Patrimonio Nacional inicia la celebración por el 800 aniversario del nacimiento de Alfonso X publicando en Internet las Cantigas de Santa María que conserva en El Escorial’. Noticia en la web de Patrimonio Nacional (para verla, pincha en este enlace). 26 de junio de 2021.

 

‘Alfonso X: su vida, su obra, su tiempo’. Conferencia de Isidro Bango en la Fundación Juan March (para verla en YouTube, pincha en este enlace). 16 de marzo de 2016.


© 2014, Museo de la Ciudad Ayuntamiento de Murcia Nota legal · Política de privacidad