Boceto de 'Alegoría de Murcia'
Juan González Moreno
1962
Escayola
44 x 330 cm
Colección permanente del Museo de la Ciudad
Bajorrelieve del escultor murciano Juan González Moreno, modelado en barro y positivado en escayola como boceto para el gran friso que, bajo el título de ‘Alegoría de Murcia’, fue esculpido en piedra arenisca como remate y decoración de la fachada del Palacio Provincial, también llamado Palacio de la Diputación Provincial de Murcia.
Dicho edificio fue diseñado por el arquitecto Enrique Sancho Ruano en 1962. Precisamente, el mismo Sancho Ruano donó la obra al Ayuntamiento de Murcia en mayo de 2001, para su exposición permanente en el Museo de la Ciudad. El boceto fue colocado donde hoy lo mostramos, en la segunda planta del museo, junto a la escalera.
Para saber más sobre este arquitecto y sobre el Palacio Provincial, hoy sede de la Consejería de Economía y Hacienda de la Región de Murcia, en la avenida Teniente Flomesta de la capital murciana, recomendamos la lectura de otro texto de nuestro Gabinete de curiosidades, al que puedes acceder pinchando en este enlace.
Con ‘Alegoría de Murcia’, González Moreno llevó a cabo una obra simbólica, de carácter alegórico y formas clasicistas, en torno a la provincia de Murcia. De composición equilibrada y simétrica, se adapta al espacio alargado en el que debía colocarse la obra definitiva (de 13,80 m de largo por 1,75 m de alto).
Muestra cuatro personajes adultos, tres femeninos y uno masculino, que son personificación de cuatro elementos -la agricultura, la beneficencia, la cultura y la pesca, sustituida en la obra final- y que se distribuyen de izquierda a derecha de forma regular.
En el extremo izquierdo, mirando hacia la derecha, aparece sentada y de perfil una mujer que simboliza la fértil tierra murciana recogiendo los frutos de un árbol. Como elemento de transición entre dicha figura y la siguiente, el artista muestra un paisaje urbano de río: una visión del Puente Viejo de Murcia con la silueta en el cielo de una sucesión de soles que remiten al atardecer, unas palmeras que pueden hablarnos del pasado andalusí, y el perfil lejano pero reconocible de Sierra Espuña.
En el centro, la mitad de la composición la ocupa un mojón o señal de piedra de sección circular, bajo una esfera solar de mediodía con tres rayos de luz. En dicho hito, que divide la obra en dos mitades, se apoyan otras dos figuras femeninas, una mirando a la izquierda y otra a la derecha.
Hacia la izquierda se presenta, sentada, la alegoría de la caridad, que fue identificada y bautizada popularmente en el relieve del Palacio Almudí como ‘Matrona de Murcia’ (pincha en este enlace para leer otro texto donde te lo contamos todo sobre el relieve del Almudí), y que alude al carácter acogedor de esta tierra. Dicha mujer, en actitud maternal de cariño, amamanta a un niño mientras mira y acaricia dulcemente a otras dos figuras infantiles.
Del hito central hacia la derecha se abre otro espacio, primero con una figura femenina que simboliza la cultura, la sabiduría ancestral de las personas que han habitado en esta tierra. Esta mujer está en semi escorzo, mostrando la espalda y girando la cabeza hacia quien mira la obra, señalando con su mano derecha en un pliego de papel.
Aparece desnuda de cintura hacia arriba, mientras que de cintura para abajo, como las dos figuras anteriores, viste un paño o túnica, lo que remarca el interés clasicista y alegórico del autor.
Entre esta figura y la que cierra la obra por la derecha, observamos un paisaje marítimo con las aspas en movimiento de un molino de viento típico del campo de Cartagena, un faro que podría ser el de Cabo de Palos, las líneas ondulantes del mar (puede ser el Menor y también el Mediterráneo), varios barcos y, en el cielo, sobre el horizonte, gaviotas y un sol naciente que anuncia el nuevo día.
Por último, aparece sentado, mirando hacia la izquierda, una figura masculina que eleva unas redes de pesca con sus manos. Como curiosidad, debemos señalar que, en la obra definitiva, González Moreno sustituyó al pescador por un minero: en lugar de las redes de pesca del boceto, el personaje definitivo sostiene un pico apoyado en el suelo en su lado izquierdo, mientras que con la mano derecha eleva una lámpara de carburo.
No sabemos si por decisión del artista o de la Diputación, se estimó más conveniente elegir para esa figura el oficio de la minería, tan presente en las costas de La Unión, Cartagena, Mazarrón y Águilas, antes que el de la pesca, que se entiende representada con los barcos.
El artista
Juan González Moreno (1908-1996), nacido en Aljucer, recibió la primera formación de dibujo y modelado en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia cuando tenía 15 años. Con 23 años de edad, en 1931, la Diputación Provincial de Murcia le concedió una ayuda para entrar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, y una vez comenzada la Guerra Civil, colaboró en la recogida y salvamento del tesoro artístico de Murcia.
En los años 40 estableció su taller en Murcia, comenzó a ejercer como profesor de dibujo y realizó el paso del Santo Entierro para la cofradía del mismo nombre, sucediéndose después sus trabajos para numerosas cofradías y empezando también a recibir reconocimientos, como el Premio Francisco Salzillo de 1946 que otorgaba la Diputación Provincial, o la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1948.
Ese mismo año, gracias a una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores, viajó a Italia, donde residió hasta abril de 1949. Aún volvería a Roma gracias a otra beca, en este caso del Ministerio de Educación Nacional, en 1952, y antes y después, seguiría con sus trabajos para cofradías, como el Lavatorio del Cristo de la Sangre, o con monumentos públicos, como la Inmaculada de la Plaza de Santa Catalina de Murcia.
También ganó el concurso para rehabilitar el Santuario de la Fuensanta en 1952, en equipo con los arquitectos García Palacios y Bañón Saura. En 1955 viajó a París, donde conoció la obra de Rodin, y también fue nombrado profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Murcia.
En 1957, ganó al fin la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Ese mismo año fue nombrado académico de la Academia de Alfonso X el Sabio, y dos años después, también de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Todavía aportaría dos monumentos de especial significación a la ciudad de Murcia: el de Belluga para la Glorieta, en 1955, y el de La Fama para la Plaza de Santa Isabel en 1971. Entre uno y otro, firmó el relieve ‘Alegoría de Murcia’ en el Palacio Provincial.
Según explica el portal Región de Murcia digital en el apartado dedicado al escultor, “dentro de la escultura religiosa perpetuaría los modelos salzillescos, obviando tan sólo los elaborados movimientos y curvas del barroco y añadiendo nuevas tipologías en algunas piezas y modernos tratamientos en la policromía”.
Y en cuanto a su obra civil y no religiosa, “abarcaría tanto el realismo de los retratos de bulto redondo como las obras conmemorativas y monumentales, teniendo también una colección de obras de mitología y alegóricas”.
En el artículo ‘Juan González Moreno y el patrimonio artístico murciano’, publicado en el número 92 de la revista Murgetana, Alfredo Vera Botí cuenta que, “ya jubilado, a partir del año 1986”, el artista “empezó a colaborar con la Consejería de Cultura como miembro de la Comisión de Patrimonio y como representante de la Real Academia Alfonso X el Sabio en las distintas tareas que a ésta le correspondían en la función, entonces asignada, de órgano consultivo”.
“Pero ésta no iba a ser su última aportación a la conservación del Patrimonio”, añade Vera Botí, ya que, en su testamento, González Moreno decidió dejar “su colección privada de obra propia y de pintura ajena, que había ido adquiriendo a lo largo de su vida”, a la comunidad autónoma de la Región de Murcia. Murió en Murcia en enero de 1996.
Fuentes
‘La escultura pública en la ciudad de Murcia’ (2017), tesis de Bartolomé Palazón Cascales. Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla (págs 231-235, 622-623).
Juan González Moreno en la web Región de Murcia Digital.
Catálogo de Contraparada 5, ‘Murcia en 3 dimensiones’, muestra colectiva de artes plásticas organizada por el Consejo Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Murcia (1984).