La llamada Torre de Junterón, del siglo XVI, se remodeló en 1868. Ese año se sustituyeron las torretas del segundo cuerpo y se abrió una puerta hacia el huerto situado en la parte posterior de la casa. El edificio pasó a ser de titularidad municipal en 1987 y poco tiempo después fue remodelado y acondicionado para albergar el Museo de la Ciudad, que abrió sus puertas el 18 de mayo de 1999.
El Huerto Cadenas
El llamado Huerto Cadenas o Junterón estaba concebido como una zona de recreo de la casa. Lo cruzaba de oeste a este la acequia Caravija, de cuyas aguas se servía para el riego y que hoy aparece recreada en superficie, aunque su cauce real discurre bajo tierra. Las primeras referencias sobre el huerto se remontan a 1479 y posteriormente aparece citado en el testamento de Don Pedro de la Cadena, fechado el 25 de diciembre de 1551.
Entre su vegetación distinguimos especies tan diversas como palmeras, higueras, magnolios y plantas aromáticas de diferentes tipos. Hoy en día nos encontramos ante una recreación de huerto-jardín de origen hispanomusulmán como los que hubo en la Murcia andalusí.
El entorno
La antigua casa de los López Ferrer se localiza en un extremo de la antigua Calle de la Acequia, hoy Acisclo Díaz, y enfrente de la Plaza de las Agustinas, espacio que debe su nombre al convento e iglesia de las monjas agustinas. Dicho recinto conventual es de estilo barroco y está fechado en el siglo XVIII. La iglesia consta de tres naves y cúpula sobre el crucero. En la fachada principal, hecha de ladrillo con líneas puras y sencillas, dos angelotes sostienen una custodia sobre un bello pedestal barroco. Remata el conjunto un gran frontón curvo y una espadaña de tres campanas. En el interior, el retablo mayor es una obra de José Ganga Ripoll, mientras que la decoración de la cúpula con un tema alegórico a la Eucaristía lleva la firma del pintor Ruiz Melgarejo.